Cómo cultivar y cuidar las orquídeas
Cultivar y cuidar orquídeas no es complicado, pero resulta imposible establecer una regla única y uniforme para los más de 750 géneros de orquídeas. Estas atractivas y exóticas plantas han ganado fama y se consideran indicadores de sofisticación y exclusividad.
Las orquídeas pertenecen a la familia de las Orchidaceae, subdividida en más de 1800 géneros, con un número total de especies que ronda las 35 000.
Varían en forma y tamaño, desde plantas que alcanzan los cuatro metros de altura hasta otras muy pequeñas, del tamaño de la cabeza de un alfiler.
Además del cultivo comercial de orquídeas, bastante intenso en Brasil, muchos aficionados coleccionan estas delicadas plantas en sus jardines, convirtiéndose en orquidófilos.
Clasificadas por su hábitat, las orquídeas se dividen en epífitas (que utilizan los troncos de los árboles para crecer, pero no chupan sus nutrientes), terrestres, rupícolas (que viven en las rocas, adheridas a líquenes en grietas) y saprófitas (que crecen sobre materia orgánica en descomposición).
En una orquídea típica, siempre hay tres sépalos: uno dorsal y dos laterales que rodean y protegen la flor en capullo. También tienen tres pétalos, uno de los cuales es casi siempre más grande y llamativo, llamado labelo, del que procede el perfume destinado a atraer a los polinizadores. En el centro de la flor se halla el órgano reproductor.
En general, el cultivo no es complicado, pero es imposible establecer una norma general. Como pueden crecer y florecer en cualquier parte del mundo y a diferentes temperaturas, cada variedad tiene unas necesidades específicas.
A la hora de montar tu jardín, la diversidad biológica es interesante, ya que sus ciclos de floración suelen ser diferentes, lo que aumenta las posibilidades de que siempre haya ejemplares en flor.
Cultivar orquídeas con éxito
- Cultivo básico de orquídeas.
- Cómo cuidar las orquídeas
- Selección de orquídeas
- Regar.
- Abonar.
- Plantación.
- Poda y cuidados.
- Ventilación.
- Variedades de orquídeas para lugares cerrados.
Cultivo básico de orquídeas.
La mayoría de las orquídeas pueden plantarse en macetas de arcilla o plástico, aunque son más recomendables las de arcilla, ya que facilitan la aireación de las raíces y eliminan el exceso de agua con mayor eficacia.
Para montar una maceta, coloque una capa de piedra de unos dos o tres centímetros en el fondo para que el agua residual drene rápidamente.
A continuación, rellene con fibra de coco (o material similar) previamente lavada. Evite los sustratos que contengan mucho polvo, ya que las raíces necesitan aireación.
Algunas orquídeas crecen horizontalmente (a partir de un rizoma) y emiten brotes secuenciales; otras son monopodiales, es decir, crecen verticalmente y deben plantarse en el centro de la maceta o en cestas sin sustrato.
Algunas orquídeas no se adaptan bien a las macetas; en estos casos, lo ideal es cultivarlas sobre troncos de árboles o corteza de peroba, protegiendo las raíces con plástico hasta que se adapten.
Elija siempre plantas que se adapten bien a la zona de cultivo, ya que se aclimatarán mejor a las temperaturas, la ventilación y la luz de la habitación.
En general, las orquídeas necesitan luz solar para desarrollarse correctamente, así que coloque sus plantas donde reciban sol por la mañana o por la tarde. Si no reciben sol, no florecerán.
Asegúrese también de que la habitación está bien ventilada, pero sin corrientes de aire demasiado fuertes. El riego depende del sustrato, pero nunca debe empapar a su orquídea; es más fácil matarla con demasiada agua que con muy poca.
En pocas palabras, si una orquídea está plantada en un sustrato polvoriento, puede regarse semanalmente, pero si el sustrato es de aglomerado o corteza de madera, hay que regar la planta a diario.
En cuanto a la fertilización, pueden utilizarse abonos foliares líquidos, que deben añadirse en pequeñas cantidades al agua utilizada para pulverizar con pequeños pulverizadores.
Es importante mojar el envés de las hojas, donde se encuentran los estomas, que absorben agua y nutrientes. Las plagas y enfermedades solo aparecen si hay deficiencias en el cultivo y se pueden combatir con jarabes naturales o recolectando a mano.
2. Cómo cuidar las orquídeas
Las orquídeas son desde hace mucho tiempo símbolo de amor y belleza. Los aficionados las plantan por su elegancia y encanto, y también se utilizan en ramos de novia y como pulseras en fiestas de graduación o acontecimientos especiales. En muchas ocasiones, desde bodas hasta conferencias, las orquídeas en la decoración aportan un toque de elegancia a las mesas.
Con más de 750 géneros y más de 30 000 híbridos, los aficionados disponen de una enorme variedad.
De hecho, se pueden plantar orquídeas en todos los continentes, excepto la Antártida, lo que permite elegir entre especies nativas e internacionales, según la disponibilidad.
Aunque un verdadero entusiasta de las orquídeas puede (y debe) dedicar mucho tiempo a estudiar su crecimiento y cuidados, el principiante tiene que empezar por algún sitio.
En esta guía, aprenderá los cuidados básicos de estas plantas, que suelen ser resistentes y fáciles de cultivar. Cuando domines lo básico y sigas sintiendo pasión por ellas, podrás explorar variedades más desafiantes según tu nivel de confianza.
3. Selección de orquídeas.
- Encontrar la orquídea adecuada para su hogar: el cuidado adecuado de las orquídeas comienza con la elección de las plantas más adecuadas para su entorno. Las orquídeas comentadas en este artículo deben plantarse en interiores, ya que se adaptan a la mayoría de las condiciones, son fáciles de plantar y sus flores son hermosas. Si desea explorar variedades más exigentes, investigue cuáles son las necesidades específicas de las más delicadas.
- Compre plantas con flores: las plantas que ya tienen flores son una buena opción, ya que una semilla puede tardar hasta cinco años en producir una flor. A menos que seas extremadamente paciente, probablemente no quieras esperar tanto.
- Ten en cuenta las condiciones de cultivo: selecciona una orquídea en función de las condiciones de cultivo de tu hogar. Cada tipo de orquídea tiene unos requisitos de cultivo distintos, según su origen. Lea siempre la etiqueta con las instrucciones para asegurarse de que la planta es adecuada para el entorno de su hogar.
Estas son algunas de las especies de orquídeas más comunes:
- Phalaenopsis: conocida como orquídea polilla, es elegante y está indicada para interiores. Sus coloridas flores duran meses y florecen en invierno o a principios de primavera, por lo que necesitan menos luz que otras variedades.
- La Cattleya es conocida por su uso en ramos y florece una vez al año, en primavera u otoño. Necesita más luz que la orquídea polilla.
- Dendrobium: produce flores largas y gráciles, normalmente blancas o lavanda, durante el otoño y el invierno, y es fácil de cuidar.
- El Paphiopedilum, conocido como zapatito, tiene un pétalo modificado que forma una bolsa y atrae a los polinizadores. Necesita luz brillante, pero no luz solar directa.
4. Riego
Las orquidáceas son una de las familias de plantas con flor más numerosas, por lo que tienen muchas subfamilias o variaciones y necesidades de riego diferentes.
Lo que puede secar a una especie puede ahogar a otra. Por lo general, riegue sus orquídeas cada cinco a doce días, según el tipo que tenga, la temperatura y la época del año; en verano, riegue con menos frecuencia y, en invierno, más.
Las orquídeas tienen diferentes necesidades de riego. Por lo general, hay que regarlas cada cinco a doce días, dependiendo del tipo, la temperatura y la época del año.
Su florista puede darle información específica y, además, aquí tiene una guía general que le ayudará a determinar la mejor forma de regar sus orquídeas:
A. Mantenga estas variedades siempre húmedas, pero no mojadas.
- Paphiopedilum.
- Miltonia.
- Cymbidium.
- Dontoglossum
B. Mantenga estas variedades uniformemente húmedas durante su fase de crecimiento activo, pero deje que se sequen entre cada riego.
- Cattleya
- Oncidium.
- Brassia.
- Dendrobium
C. Mantenga estas variedades casi secas entre riego y riego.
- Phalaenopsis.
- Vanda.
- Ascocenda
D. Evite mojar las hojas cuando riegue sus orquídeas. Si se mojan, sécalas con un pañuelo de papel.
5. Abonar: se recomienda abonar una vez al mes.
- Alimentación de la orquídea: se recomienda abonar solo una vez al mes. Utilice abonos que contengan nitrógeno, fósforo y potasio, así como oligoelementos como el hierro.
6. Plantar.
- Comprender las necesidades de las orquídeas terrestres y epífitas: muchas orquídeas son epífitas (crecen en árboles o ramas) y necesitan un entorno diferente para crecer; de hecho, las orquídeas suelen morir cuando se plantan en el suelo, ya que no son orquídeas de tierra. Las epífitas tienen raíces gruesas que se adhieren a las plantas o a la corteza de los árboles y absorben agua y nutrientes; otras tienen raíces aéreas que crecen sueltas.
- Proporcione a sus orquídeas un medio de cultivo adecuado: los más comunes son la corteza de pino, la cáscara de coco, el musgo esfagno, las fibras de helecho, la perlita o una mezcla de estos. Sin embargo, el tipo de sustrato dependerá del tipo de orquídea: las terrestres deben tener un sustrato compuesto principalmente de arcilla con partes iguales de sustancias como musgo Sphagnum, turba húmeda o arena ácida.
- Trasplante si es necesario: deberá trasplantar la orquídea de vez en cuando, tanto para refrescar el medio como para favorecer su crecimiento. La primavera es una época común para realizar este proceso.
7. Poda y cuidados:
- Mantener la floración: el pico de floración comienza en la segunda mitad del invierno, principalmente en febrero y marzo en el hemisferio norte. Las flores suelen durar entre cuatro y doce semanas. Cuando la flor empiece a marchitarse, corte el tallo 12 mm por encima de la parte que sobresale del follaje. También debe eliminar las hojas y los tejidos muertos, incluidos los tallos florales viejos, las hojas viejas, todo lo que esté podrido y las raíces muertas.
- No puede podar una orquídea como un arbusto: si corta una parte de la hoja de una orquídea, el resto de la hoja puede morir y, si la corta como un pseudobulbo, dañará gravemente a su orquídea.
- Utilice instrumentos esterilizados para evitar la propagación de enfermedades de una planta a otra. Se recomienda sumergir los instrumentos en lejía antes de usarlos o utilizar una cuchilla desechable.
8. Ventilación: es mejor que haya una ventilación adecuada.
- La temperatura correcta es de 18 a 30 grados centígrados. Durante breves periodos, pueden soportar temperaturas de entre 13 y 37 grados, pero no les gustan los cambios bruscos de temperatura. Las temperaturas frías hacen que las hojas amarilleen y puedan llegar a caerse.
- Asegure una circulación de aire adecuada: una buena circulación puede marcar la diferencia en la salud de sus orquídeas. Ayuda a que se curen si tienen una infestación de hongos o una plaga que tratar. La circulación del aire también es importante para prevenir este tipo de infestaciones, ya que mantiene las hojas y las flores secas.
9. Variedades de orquídeas para lugares cerrados
La siguiente lista muestra orquídeas que, en general, pueden crecer en interiores, aunque es necesario prestar atención a la colocación, la iluminación adicional y el control de la temperatura:
- Brassolaeliocattleya «Norman’s Bay» (Bahía de Norman).
- Cattleya bowringiana.
- Coelogyne cristata.
- Cymbidium devonianum.
- Cymbidium «Piedra de toque».
- Dendrobium nobile
- Epidendrum cochliatum (también conocido como Encyclia cochleata).
- Laelia enceps.
- Maxillaria tenufolia.
- Miltonia clowesii.
- Paphiopedilum callosum.
- Paphiopedilum «Aulaga de la miel».
- Pleione formosana
- Vanda cristata.
Ver más especies de orquídeas.
Reflexiones finales
Cultivar orquídeas puede ser una experiencia gratificante y agradable. Con un poco de atención y cuidado, podrá disfrutar de la belleza de estas fascinantes plantas en su hogar o jardín. No olvide que cada tipo de orquídea puede tener sus propias peculiaridades, así que esté siempre dispuesto a aprender y adaptar sus métodos según sea necesario.
Además, la comunidad de cultivadores de orquídeas es amplia y hay muchos recursos disponibles, como grupos en línea, foros y clubes locales, donde puede intercambiar experiencias y obtener consejos valiosos. Al compartir tus experiencias, no solo mejorarás tus habilidades como cultivador, sino que también ayudarás a otros aficionados a enamorarse de estas maravillosas plantas.
Por último, recuerda que cada orquídea tiene su propia belleza y encanto. Si se dedica a proporcionar los cuidados adecuados y aprende a respetar las necesidades de cada especie, sus orquídeas no solo florecerán, sino que también aportarán alegría y elegancia a su espacio.
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