La arquitectura de Pernambuco es un rico mosaico de influencias culturales, con especial énfasis en la herencia de la arquitectura árabe. Originaria de la Península Ibérica, esta influencia moldeó el estilo arquitectónico de Portugal y dejó su huella en los edificios de Pernambuco, especialmente en Olinda.
Al explorar esta conexión, nos damos cuenta de cómo las tradiciones moriscas se manifiestan en elementos decorativos, patrones geométricos y soluciones funcionales.
La reinvención y adaptación de estos elementos reflejan el rico tapiz cultural de la región, haciendo de la arquitectura de Olinda una celebración de las interacciones entre diferentes pueblos y estilos.
Descubramos la profundidad de la influencia árabe en la arquitectura de Pernambuco y sus sorprendentes características.
- La influencia de la arquitectura árabe en Portugal
- Influencia árabe en la arquitectura de los edificios de Pernambuco
- Reinvenciones de la Arquitectura Árabe en Pernambuco
- Los Moros en Olinda
- Descubre cinco características de la arquitectura de Olinda
1. La influencia de la arquitectura árabe en Portugal
La arquitectura árabe se desarrolló en Portugal durante la presencia musulmana en el país, que duró de 712 a 1249. Este período marcó la formación de una identidad arquitectónica única que reflejaba la cultura y los valores de la civilización musulmana.
Rasgos distintivos de la arquitectura árabe
La originalidad de las estructuras arquitectónicas y de los motivos ornamentales dio lugar a una arquitectura típicamente musulmana, caracterizada por elementos que se han convertido en iconos de esta tradición.
Uno de los aspectos más emblemáticos es el arco de herradura, influido por la arquitectura visigoda, que se convirtió en la seña de identidad de la civilización musulmana en Portugal.
La ornamentación y el «horror al vacío»
La ornamentación es una de las grandes características de la arquitectura árabe, con profusión de superficies decoradas que hacen que las estructuras parezcan parcialmente ocultas.
Este planteamiento estético llena todos los espacios, dando lugar a lo que se conoce como el Horror del Vacío. La repetición de motivos geométricos y cosmológicos, así como la caligrafía y los motivos vegetales estilizados, son elementos esenciales de este estilo.
Ocupación musulmana y desarrollo urbano
Tras la conquista musulmana en el siglo VIII, se ocupó la región de Sintra, donde se construyó la primitiva fortificación de Penedia (VIII-IX). Las ciudades islámicas se situaron estratégicamente para dominar grandes vías fluviales, como Al-Usbuna (Lisboa), Santarim (Santarém), Kulümriyya (Coimbra), Märtula (Mértola) y Silb (Silves). Estas ciudades reciclaron espacios, estructuras y materiales de la época romana, integrándolos en la nueva realidad cultural y arquitectónica.
Ejemplos emblemáticos de la arquitectura árabe en Portugal
Se pueden citar varios ejemplos emblemáticos de la influencia arquitectónica árabe en Portugal, como:
- Castillo de Silves (Algarve)
- Castillo árabe de Sintra
- Castillo de Mértola
- La Iglesia Matriz de Mértola, que representa la reutilización cristiana de la antigua mezquita musulmana.
Estas estructuras no sólo ponen de relieve la riqueza del legado arquitectónico árabe en Portugal, sino que también demuestran la fusión de diferentes culturas a lo largo de la historia, reflejando un patrimonio que aún influye en la arquitectura contemporánea del país.
2. Influencia árabe en la arquitectura de los edificios de Pernambuco
La arquitectura conocida como portuguesa en Pernambuco es en gran parte de origen árabe. Antes de llegar a América, portugueses y españoles fueron dominados por los moros, los musulmanes de la Península Ibérica, que dejaron una huella indeleble en las soluciones arquitectónicas de la época.
La herencia de la arquitectura árabe
Los colonizadores aprendieron de los árabes varias soluciones arquitectónicas, como las casas con puertas y ventanas, originarias del desierto.
Cuando colonizaron Brasil, reprodujeron estos elementos y los integraron en la arquitectura local. Desde los patios de los conventos hasta elementos decorativos como azulejos y contraventanas de madera, la influencia árabe es evidente.
Según Roberto Ghione, presidente del Instituto Brasileño de Arquitectura de Pernambuco, los árabes dominaron la península Ibérica durante unos 700 años, un periodo superior a la edad de Brasil.
Esta larga coexistencia tuvo lugar justo cuando se ultimaba la Reconquista y los países ibéricos descubrían América, lo que explica la fuerte influencia árabe en la arquitectura de Pernambuco.
Soluciones arquitectónicas y estilo de vida
La idea de crear casas estrechas con puertas y ventanas, como las que se ven en el Sitio Histórico de Olinda, se atribuye a los bereberes del desierto africano del Sahara.
Estas construcciones se desarrollaron para evitar el viento del desierto y se pueden encontrar en varias ciudades del interior, como Paudalho y Pesqueira.
Sin embargo, las soluciones arquitectónicas más elaboradas estaban restringidas a la élite, como en las casas señoriales y los claustros de los conventos dispuestos alrededor de un patio central, reflejando la influencia de los estilos omeyas.
Ejemplos de influencia árabe en Pernambuco
Las características árabes son visibles en varios edificios históricos de Pernambuco.
La casona de Engenho Massangana, que alberga un museo de la Fundación Joaquim Nabuco, ejemplifica la disposición en torno a un patio.
Además, los claustros de conventos, como el de Santo Antônio, en Recife, y el de Conceição, en Olinda, demuestran esta herencia arquitectónica.
El historiador Leonardo Dantas Silva subraya que los muxarabis y los patios se diseñaron para crear ventilación.
En el convento de Santo Antônio, en Igarassu, la puerta del Museo de la Pinacoteca tiene un diseño puramente morisco, reflejo de la fusión del estilo barroco portugués con elementos árabes.
Este complejo patrón crea un juego de luces y sombras típico de la arquitectura árabe, favoreciendo el confort térmico y la iluminación.
Diferencias regionales
El arquitecto Roberto Ghione, que vive en Brasil desde hace 20 años, explica que el Nordeste brasileño aprovechaba los elementos huecos de forma diferente a otras regiones de América colonizadas por los íberos.
Mientras que en las regiones frías se valora la luz solar en invierno, en el Nordeste, donde el clima es predominantemente cálido, los aleros de los tejados son más largos para dar sombra a las casas.
Los muxarabis mencionados por Ghione son cerchas de madera que ocupan un lugar destacado en edificios del Sitio Histórico de Olinda, como el Sobrado Mourisco, patrimonio nacional.
Este sobrado destaca no sólo por su arquitectura, sino también por su historia, ya que el emperador Dom Pedro II se alojó en él en 1859.
Influencia cultural en la arquitectura
Los balcones que dan a la calle, vistos tanto en el Sobrado Mourisco como en otros edificios, están vinculados a la ideología del Islam, ya que permiten a las mujeres observar el movimiento exterior sin dejar de ser modestas.
Las casas colindantes, que evitan los vientos extremos, también reflejan la modestia de la cultura árabe, evidente en sus plantas.
Las casas suelen tener un salón del tamaño de la fachada, donde se recibe a las visitas, lo que limita la interacción de los hombres con las mujeres de la casa.
Un pasillo conecta esta sala con los dormitorios y el salón, donde los residentes socializan alejados de la calle, un reflejo de las normas sociales que prevalecieron hasta el siglo pasado.
3. Reinvenciones de la arquitectura árabe en Pernambuco
Las soluciones y elementos arquitectónicos árabes se han transmutado a lo largo del tiempo y están presentes de forma llamativa en Pernambuco.
Esta evolución es testimonio de la capacidad de la arquitectura para adaptarse y reinventarse, reflejando la influencia cultural que persiste hasta nuestros días.
La transición arquitectónica y el neoarabismo
«A finales del siglo XIX, hubo un periodo de transición en la arquitectura conocido como eclecticismo. Se mezclaron muchas cosas hasta que llegó el modernismo «, explica Frederico Almeida, antiguo superintendente del Iphan en Pernambuco.
Uno de los resultados de este periodo fue el neoarabismo, que representa una de las formas más evidentes de influencia árabe en la arquitectura local.
Un ejemplo notable es la mansión que ahora alberga la escuela GGE en la calle Benfica.
La forma arqueada de las puertas y ventanas es una característica llamativa de esta arquitectura, que se remonta directamente a las tradiciones árabes.
Cobogó: Una invención pernambucana
El cobogó, una invención pernambucana del modernismo, es también una expresión de la influencia árabe. «Fue creado en el siglo XX y es un muxarabi transformado para el clima tropical», comenta Roberto Ghione.
El cobogó no sólo proporciona ventilación e iluminación, sino que también crea juegos de luces y sombras, una característica esencial de la arquitectura árabe.
Las contraventanas de madera, del mismo modo, también están relacionadas con la tradición árabe. Estas estructuras permiten un control eficaz de la luz y la ventilación y son muy utilizadas en los proyectos arquitectónicos de Pernambuco.
Azulejos: un patrimonio cultural
Los azulejos, que muchos conocen como portugueses, son en realidad reinvenciones de los traídos a la Península Ibérica por los árabes.
El nombre «azulejo» no deriva del común azul, como cabría imaginar, sino del árabe «Al Zuleycha», que significa pequeña piedra pulida.
Esta nomenclatura refleja el origen árabe y la importancia de los azulejos en la decoración arquitectónica.
En el Convento e Iglesia de Nossa Senhora do Carmo, en Olinda, una cúpula repleta de azulejos es comparada por Frederico Almeida con una alfombra persa. «Lo miras e inmediatamente te recuerda a los países árabes», afirma, haciendo hincapié en cómo estos elementos decorativos evocan el rico patrimonio cultural del mundo árabe.
4. Los Moros de Olinda
El Conjunto Histórico de Olinda presenta una gran variedad arquitectónica, desde iglesias del siglo XVI hasta mansiones del siglo XIX y edificios más modernos.
En un paseo entre sobrados y mansiones, se puede encontrar una rica mezcla de estilos, que incluye influencias de los moriscos, pueblos del norte de África, incluidos los árabes que practicaban la religión islámica.
Los árabes y Olinda
Es importante aclarar que, en realidad, los moros nunca tuvieron una influencia significativa en Olinda.
Aunque en la antigüedad pudo haber en la ciudad algunos habitantes de religión islámica, no hay pruebas que indiquen que esto determinara la vida cultural de la entonces capital de Pernambuco.
Sin embargo, los portugueses tienen una fuerte influencia de la cultura morisca, ya que la Península Ibérica (Portugal y España) estuvo dominada por los moriscos durante la mayor parte de la Edad Media, y fueron expulsados definitivamente en 1492, en vísperas de la ocupación del territorio brasileño.
La influencia en las casas antiguas
Caminando por las calles de Olinda, se pueden ver elementos de influencia morisca, como azulejos, decoraciones geométricas en marcos de puertas y ventanas, y otros rasgos que fueron traídos aquí por los colonizadores.
Entre estas influencias, dos estructuras del Conjunto Histórico de Olinda destacan por sus características distintivas en relación con el resto de las casas circundantes: los llamados «Sobrados Moriscos«.
Sobrado do Amparo
El primero de ellos se encuentra en la Rua do Amparo y alberga actualmente la Casa dos Povos de Língua Portuguesa.
Este edificio conserva muchos elementos originales de su construcción en el siglo XVIII.
Las puertas rectangulares con marcos de piedra, sin ornamentación ni colores, contrastan con la mayoría de las casas de los alrededores, que fueron modificadas en el siglo XIX durante la visita del emperador Pedro II y su séquito a Olinda.
En la planta superior destaca la terraza morisca, construida en madera y sostenida por seis estructuras de piedra conocidas como «cachorros», así como celosías y ornamentos tallados en forma de rombos en la parte inferior.
A pesar de su belleza, el edificio muestra signos de grafitis y abandono en las puertas de la planta baja, reflejo de la falta de cuidado por la historia de la ciudad.
Otro Sobrado en la Plaza de San Pedro
Muy cerca, en el patio de la iglesia de San Pedro, se encuentra otro sobrado morisco, que data de la misma época que el sobrado de la Rua do Amparo y presenta características similares.
La diferencia radica en que este sobrado, situado en una esquina, tiene una fachada más ancha y ocho «ménsulas» bajo la terraza.
Un dato curioso sobre este edificio es que, en 1859, acogió al emperador Pedro II y a la emperatriz Teresa Cristina durante un viaje al Nordeste. Hoy en día, el sobrado alberga un restaurante que también organiza conciertos musicales y en otro tiempo funcionó como galería de arte.
5. Descubra cinco características de la arquitectura de Olinda
Colores, expresiones gráficas modulares e interesantes contrastes hacen de Olinda, en Pernambuco, un destino encantador para turistas y profesionales en busca de referencias de diseño.
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1. Edificios con colores fuertes y detalles blancos
Una de las primeras cosas que llaman la atención en Olinda son los numerosos colores que adornan las fachadas de las casas y los edificios públicos.
Vibrantes tonos de rojo, azul, amarillo y verde contrastan con el gris de las calles y aceras empedradas. Es fácil distraerse con las coloridas casas e iglesias de los siglos XVI y XVII.
En el pasado, estos edificios no tenían una numeración específica, y los habitantes se basaban en combinaciones de colores para identificarlos.
Muchos edificios tienen detalles y ornamentos en blanco, como la Catedral de la Sé de Olinda, cuya fachada blanca y amarilla es un ejemplo notable.
Construida en tierra apisonada en 1540, fue sustituida por un templo de mampostería en 1584 y restaurada en 1976 para recuperar sus características originales de la transición entre el Renacimiento y el Barroco.
2. El gran contraste entre edificios de la misma región
Las casas coloniales son una de las postales de Olinda y uno de los principales atractivos de la arquitectura local.
Los coloridos edificios antiguos crean un interesante contraste con las construcciones contemporáneas, que pueden presentar líneas y elementos inspirados en diferentes estilos.
La topografía de la ciudad, formada por colinas con fuertes pendientes y llanuras por debajo del nivel del mar, contribuye a estos contrastes.
Además, la influencia portuguesa aparece en los edificios con balcones de madera o piedra, que forman fachadas contiguas, y en los grandes patios traseros que albergaban árboles frutales, creando un ambiente tropical.
El contraste es aún más evidente con ejemplos del modernismo brasileño, como la clásica Caixa d’água de Olinda, proyectada por Luiz Nunes en 1934, que destaca por su elevada caja sobre pilotis y la adición de cobogós por toda la fachada.
3. La influencia de una gran mezcla de pueblos
La arquitectura de Olinda es el resultado de una rica historia de influencias culturales. En 1534, la Corona portuguesa instituyó el régimen de Capitanías Hereditarias, y la Capitanía de Pernambuco pasó a manos de Duarte Coelho, que desembarcó allí en 1535.
La ciudad fue invadida por los holandeses en 1630, que retiraron los materiales nobles de los edificios para construir casas en Recife e incendiaron la zona.
Los holandeses fueron expulsados en 1654, iniciándose el proceso de reconstrucción de Vila de Olinda.
Hoy, la ciudad es un ejemplo de la mezcla de cultura brasileña y portuguesa, reflejada en el estilo de las casas y edificios.
4. Cobogós en paredes y balcones
Los cobogós son otro elemento común en los edificios de Olinda, utilizados para favorecer la entrada de luz y ventilación en los ambientes internos.
Creado por tres ingenieros de Recife, el término «cobogó» es una combinación de las primeras sílabas de sus apellidos: CO + BO + GÓ.
Originalmente hechos de arcilla, los cobogós brasileños se desarrollaron con cemento y formas geométricas simples, inspirados en los muxarabis árabes. Ayudan a mantener las casas luminosas y ventiladas sin sacrificar la intimidad.
Las piezas huecas tienen agujeros que se asemejan a frutas redondas y delicadas hojas, creando hermosos paneles.
5. Los revestimientos utilizados en los edificios
Las expresiones gráficas modulares son una característica llamativa de la arquitectura de Olinda.
Además de barandillas y cobogós, dos revestimientos habituales son los azulejos y las baldosas hidráulicas.
Las tejas, traídas por los portugueses en la época colonial, protegen las fachadas y reflejan el calor.
En cambio, las baldosas hidráulicas, fabricadas con materias primas naturales, se consideran de bajo impacto ambiental y se presentan en distintos colores y formas.
Ambos materiales pueden utilizarse en paneles o solos. Los azulejos se prensaban y sumergían en agua para curarlos, y se consideraban alternativas estéticas y resistentes al mármol y la baldosa tradicional.
Hoy en día, muchas empresas utilizan la tecnología para reproducir estos revestimientos, ofreciendo opciones que evocan el aspecto de los azulejos antiguos.
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