Fuerte de Santo Antônio da Barra: Un Patrimonio Histórico

El Fuerte de Santo Antônio da Barra es uno de los monumentos históricos más importantes de Salvador de Bahía (Brasil), donde se encuentra el Faro de Barra. Este fuerte tiene una rica historia vinculada a la defensa de la ciudad, el período colonial y la navegación.

Fortes e faróis em Salvador da Bahia
Fuerte de Santo Antônio da Barra

Resumen de la historia del fuerte.

Origen y construcción

  • Siglo XVI: la construcción del Fuerte de Santo Antônio da Barra comenzó en 1534 y fue uno de los primeros fuertes construidos en Brasil poco después de la llegada de los portugueses. Inicialmente, era una estructura rudimentaria de tierra apisonada y madera destinada a defender la entrada de la bahía de Todos os Santos contra invasores y piratas.
  • Reconstrucción en piedra: entre 1583 y 1587, durante el gobierno de Manuel Teles Barreto, el fuerte se reconstruyó en mampostería, convirtiéndolo en una fortaleza más robusta y permanente. Este período de reconstrucción dio al fuerte la forma aproximada que conocemos hoy, con sus muros de piedra y su forma de polígono irregular adaptada al terreno.

2. Función militar y estratégica.

  • Defensa de la ciudad: el fuerte fue concebido para proteger la entrada de la bahía de Todos os Santos, punto estratégico de acceso a la ciudad de Salvador. Su ubicación elevada en el punto más extremo de la península donde se encuentra Salvador permitía tener una visión clara del mar y de posibles amenazas.
  • Faro de Barra: en 1698 se instaló en el fuerte el primer faro de América, conocido como Faro de Barra, para guiar a los barcos que llegaban a la costa bahiana y marcar el lugar por donde entraban en la bahía. Este faro ha sido y sigue siendo una importante ayuda para la navegación marítima.

3. Papel en conflictos históricos

  • Invasiones holandesas: durante las invasiones holandesas del siglo XVII, especialmente en las décadas de 1620 y 1630, el fuerte desempeñó un papel crucial en la defensa de Salvador. En 1624, cuando los holandeses invadieron Salvador, el fuerte contribuyó a la resistencia, aunque la ciudad cayó temporalmente.
  • Independencia de Bahía: el fuerte también fue un punto estratégico durante los acontecimientos relacionados con la independencia de Bahía en 1823, cuando las fuerzas brasileñas lucharon para expulsar los últimos reductos portugueses del territorio bahiano.

4. Modificaciones y restauraciones

  • Siglo XIX: a lo largo de los siglos, el fuerte sufrió diversas modificaciones y mejoras para adaptarse a las nuevas exigencias militares y a la evolución de la artillería. En 1839, se modernizó el faro y se instaló una nueva torre de hierro fundido.
  • Restauración moderna: a lo largo del siglo XX, el fuerte fue restaurado varias veces para preservar su estructura histórica y adecuarlo a usos culturales y turísticos. El objetivo de estas restauraciones también era preservar el Faro de Barra, símbolo de Salvador.

5. Estado actual e importancia cultural.

  • Museu Náutico da Bahia: en la actualidad, el Fuerte de Santo Antônio da Barra alberga el Museu Náutico da Bahia, donde los visitantes pueden conocer la historia de la navegación y explorar artefactos históricos relacionados con el mar, la historia naval y el propio fuerte.
  • Turismo: El Faro da Barra es una de las atracciones turísticas más visitadas de Salvador. Desde lo alto del faro se tiene una vista panorámica impresionante de la bahía de Todos os Santos y del océano Atlántico, especialmente durante la puesta de sol.
  • Eventos culturales: el fuerte también es escenario de diversos eventos culturales, como exposiciones de arte, festivales y celebraciones cívicas, lo que consolida su papel como centro de la vida cultural de Salvador.

El Fuerte de Santo Antônio da Barra, con su larga historia y su función permanente de guía de marineros y centro cultural, sigue siendo uno de los hitos más importantes de Salvador, símbolo de la resistencia y de la historia marítima de la ciudad y del país.

Vídeo: historia del Fuerte de Santo Antônio da Barra en Salvador.

História do Forte de Santo Antônio da Barra em Salvador
play-rounded-fill

História do Forte de Santo Antônio da Barra em Salvador

Historia de la construcción del Fuerte de Santo Antônio da Barra en Salvador.

El Fuerte de Santo Antônio da Barra y el Farol da Barra, en Salvador, es, sin duda, uno de los símbolos más representativos de la ciudad.

Sin embargo, ninguna de las demás fortificaciones de la Cabeza de Brasil ha sufrido tantas metamorfosis a lo largo de sus más de cuatrocientos años de existencia como el Fuerte de Santo Antônio da Barra.

Aunque los historiadores no suelen indicar sus orígenes exactos, existe un registro muy antiguo de la primera construcción de esta defensa en un códice de los Archivos de Ultramar.

En él se transcribe una cédula fechada el 21 de mayo de 1598, por la que se nombra a Brito Correia, comandante del Fuerte de Santo Antônio, «que está comenzado en la barra de aquella ciudad», como «baluarte».

Esta debe de ser la versión que sucedió a la torre poligonal de tierra apisonada, según el Livro Velho do Tombo do Mosteiro de São Bento.

Por tanto, es aceptable la afirmación del historiador João da Silva Campos de que el primer fuerte, es decir, la torre octogonal, fue construido durante el gobierno de Manoel Teles Barreto (1583-1587).

Como ocurrió con las fortificaciones de aquel barrio, es posible que Santo Antônio da Barra naciera en forma de torre, según las representaciones de Albernaz.

Es probable que estas figuraciones no sean aleatorias ni fantasiosas, ya que se observa una escala gráfica en los dibujos. Además, las otras tres fortificaciones representadas —el Reducto de Santo Alberto, el Fuerte de Monserrat y la Torre de São Tiago de Água de Meninos— pueden confirmarse analizando otras iconografías o, en el caso de Monserrate, porque aún existe.

Forte de Santo Antônio da Barra - perfil e planta por José António Caldas (1759)
Fuerte de Santo Antônio da Barra: perfil y plano de José António Caldas (1759).

A partir de la escala gráfica proporcionada, se puede evaluar que el tamaño de los ejes del octógono regular representado es de unos 26 metros.

Al igual que la antigua fortaleza de Santo Alberto, la Torre de Água de Meninos y el castillo de São Felipe, la actual Nossa Senhora de Monserrate tenía una entrada elevada con escalinata y puente levadizo, lo que sugiere una solución tipológica de la época.

La construcción original del Fuerte de Santo Antônio, vista de lejos, podría interpretarse como una torre cilíndrica debido a su forma octogonal.

El problema es que, en este caso concreto, las formas utilizadas como decoración cartográfica pueden no ser contemporáneas del plano cartográfico ni de su autor, Albernaz, sino corresponder a fortalezas más antiguas copiadas de otros grabados.

Esta sospecha se ve respaldada por la información contenida en el informe de Diogo Moreno: no solo la iconografía, fechada en 1609, sino también la referencia siguiente en la descripción del fuerte de Monserrate: «fuerte de piedra y cal de la misma traza que el de San Antonio […]».

Como puede verse, el dibujo de Moreno no muestra un octógono, sino un hexágono muy similar al fuerte de Monserrate sin las torres.

La entrada sigue siendo alta y tiene un puente levadizo, pero las torres que protegen el acceso al perímetro interior están situadas en la parte exterior del muro cortina. Los parapetos tienen cañoneras, aunque son pocas.

A juzgar por la artillería que figura en el Livro que dá razón do Estado do Brasil, de Diogo Moreno, con un total de cuatro piezas, esta segunda versión, aunque construida de forma más duradera en piedra y cal, también debió de ser de proporciones modestas.

Según un informe del ingeniero militar José Antônio Caldas, el perímetro de la cortina de la versión de finales del siglo XVII contaba, a mediados del siglo XVIII, con dieciséis piezas de diferentes calibres, compatibles con su extensa línea de fuego.

Algunos historiadores quieren atribuir algún valor estratégico a este bonito y fotogénico fuerte, pero no pueden dejarse llevar por la emoción, dada la frialdad de los hechos y la realidad de la situación.

"Aenwysinge van de Stadt Salvador, ende de Baya de Todos Los Santtos", Hondius, Henricus
Este raro mapa de Salvador y de la bahía de Todos los Santos es una representación muy antigua del ataque holandés y de la toma de la ciudad de Salvador en mayo de 1624. Salvador, que por entonces era la capital de Brasil, era un puerto estratégico bajo control portugués. Con el objetivo de hacerse con el control de Brasil, los holandeses formaron la Compañía de las Indias Occidentales en 1621 y enviaron una gran expedición al país. El 8 de mayo de 1624, la flota holandesa, al mando del almirante Jacob Willekens y del vicealmirante Pieter Heyn, llegó a Salvador y atacó la ciudad. Los holandeses lograron capturar la ciudad, aunque los portugueses recuperaron el control menos de un año después. Este mapa muestra la ciudad de Salvador y sus fortificaciones, con los 26 barcos holandeses acercándose a la ciudad. El resto de la costa está escasamente trazada, con algunas pequeñas ciudades, árboles y colinas. El mapa está orientado con el norte a la izquierda e incluye un plano de vista aérea de San Salvador, con 16 lugares identificados mediante un código en la cartela del título. Una edición posterior del mapa muestra menos barcos atacando la ciudad, lo que tal vez ilustra un ataque holandés posterior. El grabado de la esquina inferior derecha atribuye su realización a Henricus Hondius, de La Haya. No está claro si se trata del conocido editor de Ámsterdam o del menos conocido grabador e impresor de La Haya que trabajó durante el mismo periodo.

A principios del siglo XVII, Moreno dice de ella que en esa parte «entran y salen todos los días navíos armados de corsarios sin que la artillería que aquí hay les haga daño, y aunque tenga colubrinas de sesenta quintales, nunca podrá defender del todo la barra».

Más adelante, lo considera un «adorno de la barra», y en esto estamos todos de acuerdo.

La realidad es que ningún experto consideraba que la Fortaleza de Santo Antônio da Barra tuviera un gran valor estratégico o táctico.

Diogo Moreno lo deja muy claro cuando dice: «Su Majestad ha sido advertido muchas veces de que los fuertes de Santo Antônio, Itapagipe y Água de Meninos […] no sirven para nada, tanto porque no defienden nada como por el gran riesgo con que se apoyan debido a su debilidad y mal trazado […]».

Bernardo Vieira Ravasco, secretario de Estado y Guerra, también lo decía en su informe del 11 de septiembre de 1660: «Estos tres fuertes, al estar casi juntos, no sirven de ninguna utilidad a los que los asisten».

Incluso después de las importantes reformas de finales del siglo XVII, que aumentaron considerablemente la potencia de fuego del Fuerte de Santo Antônio da Barra, su prestigio no aumentó.

A principios del siglo XVIII, el Maestre de Campo Miguel Pereira da Costa también fue bastante enfático al expresar su opinión sobre la ineficacia del fuerte.

Foto antiga do Forte de Santo Antônio da Barra em Salvador
Foto antigua del Fuerte de Santo Antônio da Barra, en Salvador.

Cabe destacar que, a pesar de su aspecto actual, mucho más desarrollado, la fortificación no merecía crédito, ya que tenía como desventaja un obstáculo natural: el actual cerro Gavazza.

La opinión sobre las limitaciones de Santo Antônio da Barra era compartida incluso por laicos, como fray Vicente do Salvador, que decía que este fuerte y el de São Felipe (Monserrate) eran «más para dar terror que para otro efecto».

Las mejoras del nuevo proyecto no solucionaron el problema de la eficacia estratégica de la fortaleza, ya que no contribuyeron a frenar las invasiones de la ciudad por el sur.

Seguía siendo una defensa incapaz de hostigar a los enemigos que entraban en la bahía. Desde el punto de vista táctico, aunque se había aumentado el perímetro de fuego, las condiciones de defensa de sus cortinas eran precarias.

Los batavios habían tomado el fuerte en la invasión de 1624 para no dejar tropas enemigas en su retaguardia cuando desembarcaran en Porto da Barra, pero no destinaron tropas suficientes para mantenerlo. Esto es un hecho, porque poco después el fuerte fue retomado por Francisco Nunes Marinho, a instancias de Matias de Albuquerque.

De hecho, entre los estudiosos de la defensa de la capital era opinión generalizada que sería temerario dividir las escasas tropas para guarnecer el desierto de Barra y Monserrate.

Sin embargo, no podemos ignorar el papel desempeñado por la fortificación como vigía de la barra de la bahía de Todos los Santos, función para la que tenía una posición privilegiada.

Desde esta posición, desde los primeros tiempos de Ponta do Padrão, se señalizaban los barcos que venían del norte en busca de sus aguas.

Existen varios documentos que mencionan las señales con bengalas que recorrían la costa, desde la Casa Torre de Tatuapara hasta Ponta do Padrão, para avisar de la aproximación de barcos, y los disparos que se hacían de fortaleza a fortaleza para indicar la entrada de más de cuatro barcos en la barra.

Esta función le valió a nuestra fortaleza el sobrenombre de Vigía de la Barra.

El faro instalado en el Fuerte de Santo Antônio da Barra en el siglo XVII tenía como objetivo proteger a los marineros de los escollos y bajos de aquella parte del mar, lo que demuestra que su función principal no era la militar, que siempre estuvo en duda, sino la de seguridad y vigilancia de la navegación.

El faro se instaló en el Fuerte de Santo Antônio da Barra en 1698, debido al desastre del Galeão Sacramento, barco en el que viajaba el general Francisco Correia da Silva, que llegaría a ser gobernador, pero que murió en el naufragio.

Véase Naufragio del Galeão Sacramento en Salvador (BA).

Para cumplir estas funciones, se instaló una torre faro de planta cuadrada que sobrevivió durante mucho tiempo.

El aspecto actual de la fortaleza es en gran medida el mismo que tenía a finales del siglo XVII, a excepción de la ampliación de la zona cubierta del terraplén. La torre cilíndrica del faro data del siglo XIX, ya que Vilhena aún la representaba cuadrada al final del siglo anterior.

Según Silva Campos, la torre cilíndrica es probablemente el resultado de una renovación originada en la Orden Imperial del 6 de julio de 1832, cuando se instalaron equipos de iluminación comprados en Inglaterra.

En 1890 se instalaron nuevos equipos europeos y se remodeló en 1904. En 1937 se electrificó el sistema.

Más información en «Defensas del puerto de Barra – Fuertes de Santa María y São Diogo».

Historia del fuerte de Santo Antônio da Barra en Salvador. Guía turística de Salvador de Bahía.

Este post também está disponível em: Português English Deutsch Español Français

Hide picture